NENA

Un hombre está mirando a una mujer,
está mirándola inmediatamente.

César Vallejo



INSTANTÁNEA VELADA


Mientras pierdo las tardes y la ciudad vacía
va escanciando en el nombre de tus ojos,
una vez y otra vez
en todas las direcciones del deseo, surge
la insólita canción que musitada repite
un musical donde se entorna el cuentote tus labios;
mi débil voluntad de ensimismarte un rato
punto final y noche, mujer amaneciente.

Mientras pierdo la vida y el mundo estúpido
no piensa detenerse ni un momento
me refugio en este oficio ingrato:
narrador de mil conjuros y mil cuentos.
Fluido al sur de tu escueta presencia
Inhibido ante esa luz,
en una muerte fría, desnuda, subjetiva,
que me saluda desde mis neuronales células.

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